viernes, 29 de enero de 2016

15 Discos Para 2015


Lo debía. Los 15 discos que más disfruté en 2015. Sin demasiado bla bla previo, voy por ellos...

15. Marina and the diamonds // Froot. Si este fuese un ranking de mujeres extraordinariamente sensuales, Marina estaría en el número 1, sin embargo, acá estamos para hablar de música y ahí su álbum fue el mejor disco pop que oí en todo el año. Merece estar acá. 

14. John Grant // Grey tickles, black pressure. Crudo, visceral, lúcido y con su siempre singular sentido del humor. John Grant vuelve a enfrentar sus fantasmas componiendo y exponiendo (sin demasiada poesía) su sentir. 

13. Christina Rosenvinge // Lo Nuestro. La española no la tenía nada de fácil pero no tan solo ha cumplido, sino que se ha dado el gusto de ir mucho más allá de lo esperado, consolidando de paso su enorme presente. 

12. Caspian // Dust & Disquiet. La explosión a partir de ambientes de calma es lo suyo, y en 2015 reventaron la fórmula de manera impecable. 

11. The Maccabees // Marks to prove it. Encuentran su mejor disco a la fecha, un álbum ameno, bien compuesto e individualmente potente, repleto de muy buenas y emocionales canciones. 


10. Paradise Lost // The plague within. Tras veinticinco años de carrera y trece álbumes bajo el brazo, no deja de ser grato presenciar el segundo aire que esta banda vive desde hace casi una década. Son leyendas y con The plague within confirman el excelente momento por el que pasan.

09. Camila Moreno // Mala madre. Cierra el círculo que Panal abrió tres años atrás, entregándonos esta vez lo que esperábamos de ella: un disco redondo, sin ripios. 
Reseña acá

08. Panopticon // Autumm eternal. Una muestra impecable del nivel al que la música extrema hoy ha sido capaz de llegar, conjugando la agresividad y oscuridad característica del black metal con ambientes que deambulan entre el caos y la tranquilidad, generando contrastes impecables y emociones por montón.

07. Ghost // Meliora. Se han tomado esta vez el asunto en serio logrando convencer hasta al más escéptico. 

06. Foals // What went down. Si hasta ahora Foals habían dado gratas señales me parece que con este, su cuarto álbum, finalmente han dado el salto cualitativo que necesitaban para abandonar la categoría de "promesa"Foals es una realidad y el talento que desborda.

05. Leprous // The congregation. La última maravilla del metal progresivo continúa dando señales de un nivel envidiable. Son de lo más grande del metal actual. 
04. Baroness // Purple. Por múltiples circunstancias era uno de los discos más esperados del año y, pese a llegar cuando 2015 acababa, no cabe duda de que estuvo a la altura. Una joya.

03. Steven Wilson // Hand. Cannot. Erase. Lejos de la frialdad que algunos suelen atribuirle al género progresivo Wilson logra con su disco emocionar y conmovernos al punto de sentirnos afortunados de poder disfrutar de su talento en plenas condiciones. 

02. Sufjan Stevens // Carrie & Lowell. El disco sensible del año (¡siempre hay uno!). Honesto, desnudo y emocionante. 

* Disco del año* 

01. Florence & the machine // How big, how blue, how beautiful. Había que presenciar si esta mujer era capaz de enfrentar las expectativas tras un par de discos tan sólidos como fueron Lungs y Ceremonials. Y precisamente aquella presión fue la que introdujo a Florence Welch en un espiral de abusos que acabaron desembocando en su más reciente maravilla. 2015 la consolida como una de las compositoras más iluminadas de nuestra generación. 


Gracias una vez más a todos quienes revisan este rincón de la web, cuyo único objetivo es compartir emociones. 
¡Un abrazo desde acá!

martes, 26 de enero de 2016

Megadeth: Dystopia (2016)

Encausando el camino.

En la vorágine del "disco cada dos años" Dave Mustaine perdió el rumbo en algún momento. Y es que cuando optas por privilegiar cantidad por sobre la calidad, además con fines meramente comerciales (dicho en simple: mantener la marca en movimiento), es imposible sostener un buen nivel. Si a eso agregamos un carácter difícil, el cual ha provocado una serie de cambios en la formación de su banda, lo de Mustaine evidentemente olía cada vez peor desde hace un largo rato. Su último buen disco debe haber sido Endgame (2009) y antes que eso la verdad es que cuesta encontrar algo realmente destacado sin tener que ir a buscar álbumes de casi quince o veinte años atrás. El caso es que, con nuevos miembros, el brasileño Kiko Loureiro (ex Angra) en guitarra y Chris Adler (Lamb of god) en batería, Dave Mustaine se metía al estudio una vez más para grabar el álbum número quince en la carrera de Megadeth, y tal parece que las nuevas juntas le han venido bien al hombre ya que Dystopia sin alcanzar cotas demasiado altas en lo creativo se cuela fácilmente entre lo más destacado que el vocalista ha entregado en el último tiempo. 

Como pez en el agua Mustaine se sumerge en su tema favorito: la política y el Estado, aunque esta vez abordado en el contexto de una sociedad futurista, distópica y apocalíptica. Desde ahí construye un álbum en general sólido, que recupera a ratos la rabia que alguna vez fue característica primordial de Megadeth pero que, insisto, tampoco escapa demasiado del sonido clásico de la banda. 

El álbum abre con los singles. 'The threat is real' + 'Dystopia' (la canción) son un combo efectista, que apunta a quedarse en tu inconsciente, el punto es que ambas dan muestra inmediata de un nivel técnico impecable que desde ya convence. Sonará luego 'Fatal illusion', que debe ser el mejor tema del álbum, con un quiebre de tiempo endemoniado a media canción que inevitablemente trae al presente el recuerdo de los mejores tiempos de Megadeth, sin embargo, a partir de acá se sucederán una seguidilla de canciones correctas pero que honestamente te las encuentras en cualquier disco de mediano nivel de la banda. Vuelvo a destacar el nivel instrumental que esta versión 2016 de Megadeth ostenta y el mal rollo temas como 'Bullet to the brain' o 'Lying in state' desprenden. 

Dystopia es un buen disco, un muy buen disco incluso si consideramos el aspecto técnico y lo convincente que Mustaine suena en las voces, sin embargo fuera de tres o cuatro temas, el trabajo no sorprende demasiado y no queda claro si la buena recepción que el álbum en general ha obtenido se debe efectivamente a su nivel o a lo mal que venía el asunto. Mustaine cumple acá con dignidad aunque conociendo su historial no me atrevería a apostar por su siguiente entrega. 


7/10
Muy bueno.



Otras reseñas de Megadeth:

domingo, 24 de enero de 2016

Abbath: Abbath (2016)

Cumpliendo con luces propias.

Amo y señor dentro de Immortal, Olve Eikemo (conocido dentro del mundo del metal simplemente como Abbath) se decidió finalmente a correr con luces propias. Luchando primero con sus ex compañeros por el nombre de la banda, y dado los malos resultados de la jugada, formando luego su propia agrupación, la cual debuta frente a nosotros en este 2016 que recién comienza. 

No es un mal disco este homónimo. Encontramos acá una serie de temas marcados por el corte agresivo y gutural característico de Eikemo, aunque rara vez abusando de la velocidad. 'To war', por ejemplo, abre el álbum marcada por el machaque constante de un exquisito trabajo de batería, sin embargo jamás aprieta el acelerador a fondo. Es una apertura potente pero contenida. 'Winter bane' funcionará luego en una misma linea aunque durante sus casi siete minutos jugará con su estructura, yendo y viniendo una serie de veces. En general esta será la linea del trabajo, destacando el medio tiempo 'Ocean of wounds' (de lo mejor del disco sin duda) y solo aumentando la velocidad de vez en cuando en temas como 'Ashes of the dammed', 'Count the dead' o en el cierre a cargo de 'Eternal', tres que por cierto perfectamente podrían haber encajado en un nuevo disco de Inmortal, recordando que lo último que estos entregaron data de 2009. 

El debut de Abbath cumple e incluso entrega dos o tres grandes momentos. No alcanza como para hablar de un excelente disco pero si me parece valorable el que Eikemo se diese el trabajo de depurar un tanto su sonido. Habría sido fácil entregar diez temas a máxima velocidad dejando contenta a la fanaticada, sin embargo el guitarrista ha intentado bajar revoluciones e ir un poco más allá de lo esperable. La jugada como paso inicial le ha quedado bastante bien. 

7/10
Muy bueno.

jueves, 21 de enero de 2016

David Bowie: ★ (2016)

De aquí a la eternidad.

Un 8 de enero de 2013 el gran David Bowie decidía sorpresivamente volver a las pistas con The next day. Cual artista que se toma la calle, el inglés sin previo aviso nos regalaba catorce canciones que colocaban las cosas en su lugar tras diez años de silencio, reconciliándose de paso con su faceta más rock y tradicional. The next day estuvo muy bien, transformándose en uno de los hitos importantes de aquel año (y si es que no de la década), sin embargo, Bowie volvería por más. Exactamente tres años más tarde, en su cumpleaños número 69, el hombre regresa a nosotros con ★ (desde ahora Blackstar), su (último) sincero intento por trascender (¡cómo si hiciese falta!).

Hay piezas que ya conocíamos de Blackstar, 'Tis a pity whe was a whore' y 'Sue (or in a season of crime)' aparecieron en 2014 como parte de un compilado, aunque esta vez han llegado a nosotros transformadas, la primera marcada por un imponente redoble de batería y un saxo que durante todo el tema acompañan a un Bowie que suena al límite, conmoviendo con cada una de sus notas, mientras que la segunda es desorden, con una batería que nuevamente es protagonista aunque esta vez Bowie relata en off desde la penumbra en medio de una estructura exquisitamente caótica.

Ahora, por si las dos mencionadas fuesen poco, la primera parte del álbum se completa con dos joyas de proporciones, dos temas que van directo a la carpeta 'The very best' del vocalista, me refiero a 'Blackstar' (la canción) y 'Lazarus'. Una abarca casi diez minutos de oscura atmósfera, ahí oímos a un Bowie robótico que solo es interrumpido de manera magistral por un interludio melódico, la otra es la evidente despedida, el personal epitafio de un hombre que sabía nos dejaría pronto, el relato es escalofriante  y la interpretación magnífica ("Mírame estoy en el paraíso / Tengo heridas no visibles / Tengo drama, no puede ser robado / Todo el mundo me conoce ahora..."), un tema que por si solo da para una entrada completa. Y del video promocional ni hablar, es Bowie excelso hasta su último minuto de existencia.



Los últimos quince minutos de álbum no bajarán el nivel. 'Girl loves me' es probablemente el tema más experimental del álbum, uno en donde las guitarras prácticamente no aparecen y todo es batería electrónica, teclados y sintetizadores. 'Dollar days' debe ser la única del disco que empatiza con un sonido más tradicional, un tema que perfectamente podría haber sido parte de The next day dada su particularidad melódica. Mención aparte merece el solo final de saxofón que se enlaza a la perfección con guitarras y un Bowie que repite un incesante y conmovedor "I'm dying to, I'm tryin' to...". Para el final queda 'I can't give everything away', otra que sobre un redoble constante construye ambientes impecables y despide de manera soberbia a este tremendo Blackstar.

No tenía porque correr tanto riesgo con uno de los discos más complejos de su carrera pero las ganas de ir al límite de sus capacidades seguro que pudieron más. David Bowie se despide así de nosotros dejando un legado imborrable, siendo Blackstar su última maravilla. Arriesgado, valiente y talentoso. O como a mi me gusta resumir en tan solo un adjetivo: eterno.

9 /10
Brillante.

  

Otras reseñas de David Bowie:

lunes, 18 de enero de 2016

Daughter : Not To Disappear (2016)

"Crecen en medio de la oscuridad..."

El elemento predominante en la música del trío inglés Daughter es el dolor, desde ahí construyen sus estructuras con una Elena Tonra que relata sobre sentidos susurros y una banda que acompaña generando sensibles ambientes mediante un excelente trabajo de guitarras. El resultado de todo es notable, lo fue en If you leave (2013) y lo vuelve a ser tres años más tarde en Not to disappear, mejorando incluso la oferta en relación al debut. Por supuesto que no nos la han dejado fácil, estamos frente a uno de esos álbumes que se cuecen a fuego lento y una banda que nada en medio de la oscuridad, por lo que, si quien escucha no está familiarizado con este tipo de ambientes, seguro rechazará la propuesta de entrada. Mi invitación es a darles el tiempo que merecen.

El disco abrirá con 'New ways', un latido que se reitera para dar paso a afiladas guitarras (un elemento que aparece acá y no estaba en el debut) que huele a The Cure por todos lados. Preciosa e intensa partida. Le seguirá 'Numbers', una tremendamente lúgubre, con Elena repitiendo sobre el silencio un "me siento insensible en este reino..." y una banda que esta vez le cede protagonismo, en la misma linea se moverá el single 'Doing the right things', donde Tonra rinde homenaje a su abuela, quien perdió la memoria a causa del alzheimer. A estas alturas no necesitamos más para comprender lo sombrío que sonará el disco aunque si agrada el trabajo de arreglos que esta vez han desarrollado, más completo que en el debut. 

Una que llama la atención es 'How', donde la banda se ha disfrazado de Beach house a la hora de generar muros sonoros con las guitarras, también la pasada por el lamento de 'Alone / With you' + 'No care', ambas entregan nuevos elementos al sonido de la banda, lo mismo con los casi siete minutos de 'Fossa', otra que aporta bastante dinámica y entrega pistas hacia donde podría ir un futuro trabajo de la banda.

Son pequeños los matices que Daughter ha mostrado en relación a su debut, en general la fórmula se conserva, pero donde lo han hecho han avanzado. Equilibran nuevas dinámicas con su oscura esencia mejorando el producto, dejando la vara nuevamente arriba frente a lo que venga para ellos. Gran disco para comenzar este 2016.

¿Canciones? 'New ways', 'Numbers'.


8 / 10
Excelente.

    

Otras reseñas de Daughter:
2013: If you leave 

domingo, 17 de enero de 2016

Video: Solstafir


A casi dos años de su salida, los islandeses de Solstafir continúan promocionando su más reciente maravilla : Otta. Ha pasado tiempo, sin embargo esta música merece ser revisada y recordada constantemente. Más aún cuando es acompañada con videos tan tremendos como el que han filmado para 'Miðaftann'. Que lo disfruten...

jueves, 14 de enero de 2016

20 Años De... Red Hot Chili Peppers: One Hot Minute (1995)


Hora del recuerdo. Viajamos dos décadas atrás y recordamos al patito feo de los fantásticos Red hot chili peppers, aquel disco del que reniegan hasta el día de hoy y del que no interpretan un solo tema en sus recitales. Me refiero por supuesto a One hot minute, el álbum más oscuro de la banda y el primero, tras haber encontrado el éxito, sin John Frusciante en las guitarras.  

Corría 1992 y luego de un glorioso Blood sugar sex magic ('Give it away' + 'Under the brigde' sonaron hasta el cansancio) la banda colapsaba el plena gira. Sin más, John Frusciante alega el no soportar el ritmo y decide dar un paso al costado (tal como ha vuelto a hacer en 2010). En su reemplazo la agrupación decide recurrir a la figura de Dave Navarro, el entonces ex guitarrista de Jane's Addiction, cuyo estilo se contraponía por completo al sonido tradicional de la banda, lo cual desde ya planteaba una fórmula arriesgada que en su momento generó ansiedad e incertidumbre en idénticas proporciones. 

Agosto de 1995 y en pleno auge de la era MTV llega a nosotros el video de 'Warped' (Deformado), tema seleccionado para iniciar la promoción de One hot minute. La banda, consiente del poder que tenía en ese entonces el video clip, decide poner absolutamente toda la carne sobre la parrilla acompañando este primer sencillo. Escogen un tema que musicalmente rompe con todo lo realizado en el pasado (nunca sonaron tan duros como acá) y filman un video de estética oscura, agresiva y repleto de connotaciones sexuales. El clip incluso cierra con un Anthony Kiedis besando contra la muralla a Navarro, un Kiedes que además vomita en la interpretación de 'Warped' toda la rabia contenida a raíz de sus adicciones ("mi tendencia hacia la dependencia está ofendiéndome, volcándome / Pretendo ver que soy fuerte y libre de mi dependencia ... que me está deformando")

Antes de avanzar con el disco quisiese agregar que 'Warped' es precisamente la canción que me acercó a Red hot chili peppers, yo estoy entre quienes conectaron con la banda tras este tema, a diferencia de los fans más tradicionales que seguramente marcaron distancia frente a todo este cambio musical y estético que se proponía.  


En contra partida con 'Warped' el álbum continuará con 'Aeroplane', una mucho más melódica, amigable al oído e incluso enternecedora gracias al mítico cierre a cargo de un conjunto de niños. La banda demostraba ser capaz de funcionar con igual talento en extremos opuestos. Lo mismo ocurriría con los siguientes singles del álbum, mientras 'My friends' era una preciosa y sentida balada acústica, 'Coffee shop' retomaba la veta más funk rock de los Peppers, con un Flea por cierto que si por lo general está muy bien, acá se muestra extraordinario.

Los cuatro singles de One hot minute fueron explotados de gran manera, aunque junto con ellos aparece el gran defecto con que carga el álbum: su desequilibrio. Si bien en las mencionadas, más otras como 'Deep kick' o 'One big mob' la fórmula Red hot + Navarro funciona a la perfección, en el resto del disco el asunto no marcha con igual fluidez. En medida que el trabajo avanza y se acerca (lentamente) al cierre no encontramos demasiados puntos altos, la pasada por 'Walkabout' + 'Tearjerker' + 'One hot minute' (la canción) entrega quince minutos de monotonía, y aunque algo mejora el asunto tras el funk de 'Falling into grace' y el rock de 'Shallow be thy game' (lo mejor que suena en toda esta recta final) no me parece que alcance como para sostener el nivel que el disco traía hasta su nudo. 

La historia volvería a cambiar de rumbo unos años más tarde para Red hot chili peppers. En 1996 realizarían una simpática versión de 'Love rollercoaster' (original de los Ohio players) para posteriormente dar fin a la "experiencia Navarro" en 1998 y regresar al romance con Frusciante. La banda viviría entonces un segundo aire entrando el nuevo siglo, publicando exitosos álbumes tales como Californication (1999) o By the way (2002), pero aquello será motivo de futuras reseñas, nos quedamos por ahora con el grato recuerdo de este sub valoradísimo trabajo. A One hot minute le pasó la cuenta el cambio brusco de estilo que propuso, el álbum pagó el costo de aquello en su momento y sufrió el desprecio de la crítica + fans.  Sin embargo, nunca es tarde para retomar deudas del pasado y volver a disfrutar de aquellos grandes trabajos injustamente olvidados, y acá estamos frente a uno que, independiente de su irregularidad, nos dejó gratísimos momentos y a unos Red hot chili peppers que sonaron más técnicos, aguerridos y furiosos que nunca. 


7 / 10
¡Muy bueno!



Otras reseñas de Red hot chili peppers:

lunes, 11 de enero de 2016

David Bowie (1947 - 2016)


Noche del 10 de Enero de 2016. Me apresto a realizar un largo viaje en bus, serán mínimo unas seis horas. Me siento, enciendo el teléfono y me armó una lista con material de Bowie. No me pregunten porque pero llevaba días queriendo oír algunas canciones. Selecciono casi una por álbum, mis favoritas de siempre, sonarán en orden cronológico The next day / Never get old / I would be your slave/ Little wonder / Jump they say / Modern Love / The man who sold the world / Heroes / Rebel rebel / Ziggy Stardust / Changes / Life on mars ?

Cuando sonó 'Never get old' recuerdo haber ido por la letra. Su interpretación me vuelve a emocionar cuando entona aquel notable: "¡And there's never gonna be enough money! ¡And there's never gonna be enough drugs! ¡And there's never gonna be enough sex!" 

23.30 aproximadamente y termina de sonar la lista. "Que grande que es" - me digo. Incluso modifico mi estado de Whatsapp: "Bowie, sos el puto amo" - añado. Me armo otra de R.E.M y mi viaje continúa. Llegando a Santiago, 7 Am y me encuentro de golpe con la terrible noticia: David Bowie ha dejado de existir. ¡¿Qué?! ¡¿Pero... qué?! No exagero, simplemente no lo podía creer. Me costó minutos asimilarlo. 

Y sería. No hay consuelo que valga. Quizás lo de siempre, el que su obra se queda con nosotros. Vendrán especiales, palabras por montón. Yo mismo querré escribir mucho acerca de su obra, comenzando por Blackstar, su más reciente disco cuya reseña tenía prácticamente lista al enterarme de la tragedia. Pero esto lo cambia todo. Absolutamente todo. E insisto, no hay consuelo... 

miércoles, 6 de enero de 2016

Grimes // Art Angels // 2015

Puente hacia (ojalá) algo (aún) mejor.
El nuevo disco de la canadiense Claire Boucher (o sea, Grimes) es uno de esos en donde cada una de sus canciones funciona como un potencial single, pese a que ninguna de ellas destaca particularmente sobre otra. Estamos entonces frente al mejor álbum de la vocalista a la fecha, uno que se entrega por completo a un synth pop muy cuidado, trabajado al detalle y lleno de exquisitos matices, los cuales lo vuelven un disco bastante especial pero al mismo tiempo fácil de disfrutar. 

Encontramos momentazos notables acá, sobretodo aquellos donde la artista filtra su voz al límite y nos invita a la pista de baile, ahí canciones como 'Kill V. Main' o 'Flesh without blood' funcionan muy bien, también cuando la mujer abraza el pop y las melodías contagiosas convence, buen ejemplo de esto es 'California' o aquellos temas donde las guitarras se entrometen en medio de teclados y sintetizadores, me refiero a la excelente 'Scream' (probablemente el mejor tema del álbum, la más sorprendente y explosiva al menos), 'Belly of the beat' o 'Art angels' (la canción). Hacia el cierre del disco el asunto inevitablemente redunda un tanto y asoma sus principales defectos: sobran temas y faltan highlights

Art angels es entonces, en lo suyo, un muy buen trabajo. Se deja escuchar sin problemas y consolida a la artista como una de las apuestas a tener en cuenta dentro del mundo del pop inteligente y elegante, ese que posee altas pretensiones en lo musical. Siento al disco eso si como un puente hacia algo mejor, algo que podría llegar en un siguiente trabajo. El tiempo dirá...


3.5 // Muy bueno !
                                                 

domingo, 3 de enero de 2016

Panopticon: Autumm Eternal (2015)

La contundencia de lo extremo.

El black metal debe ser con seguridad, dentro de la música extrema, el género que más sorpresas nos ha entregado a lo largo de la última década y acá estamos frente a otro proyecto a tener en cuenta y que frente a cada lanzamiento no hace más que consolidarse: Panopticon, que no es otra cosa que la "banda" del multi intrumentista Austin Lunn. Fiel a lo suyo, el compositor vuelve en 2015 con su sexto larga duración, a un año del que probablemente fue su álbum mejor logrado a la fecha (Roads to the north). Acá Lunn explora nuevamente el black atmosférico aunque esta vez se aleja un tanto de las incursiones folk para enfocarse en su arista más oscura y violenta. 

El álbum abrirá en medio de un bosque, 'Tamarack's gold returns' regalará cuatro minutos de cuerdas y violines para luego rápidamente acelerar las cosas con 'Into the north woods', que durante cuatro minutos nos azotará con potentes guitarras y guturales para cerrar en calma entre teclados y unas campanadas. Esta estructura tenderá a repetirse a lo largo del disco, cuatro a cinco minutos de metal extremo en su máxima expresión para luego cerrar con otro tipo de arreglos, aunque siempre marcando matices. Cuesta destacar algún tema en particular ya que todos poseen una contundencia técnica impresionante siendo (una vez más) la sucia producción el único defecto añadible al trabajo (¡cuánto daño le ha hecho la guerra del ruido a la música!).

Grandes momentos se viven con 'Autumm eternal' (la canción), la cual desde su agresividad irá incrementando intensidad incorporando teclados en medida que se acerca el cierre o la tremenda 'Sleep to the sound of the waves crashing', una muy furiosa que en medio del tema incorporará buenos juegos de violines. Otra realmente notable es la perturbadora 'Pale ghost', una pieza que conjuga a la perfección el poderío instrumental y las caóticas atmósferas que Lunn ha sido acá capaz de lograr, el resultado es impresionante.

Autumm eternal es entonces una muestra impecable del nivel al que la música extrema hoy ha sido capaz de llegar, conjugando la agresividad y oscuridad característica del black metal con ambientes que deambulan entre el caos y la tranquilidad, generando contrastes impecables y emociones por montón. Uno de los grandes discos que nos habrá dejado 2015 sin duda.

8/10
Excelente.