"Crecimiento que ilusiona..."
Sin ir demasiado lejos basta darle play al álbum para constatar lo dicho. Suenan los monumentales nueve minutos de de 'Hello heaven, hello', una verdadera montaña rusa que enlaza tres canciones en una, jugando a placer con la intensidad y la estructura para dar muestras de que esto pretende situarse varios escalones por sobre cualquier cosa que el vocalista haya realizado antes. El tema además le acerca a las cuerdas y principalmente al rock, algo que se había insinuado en su álbum homónimo de 2022 pero que acá definitivamente toma forma, abriendo desde ya un abanico sonoro (y de influencias) del que el resto del disco se hará cargo.
Y en efecto, en adelante el trabajo se irá por un tubo moviéndose en varios frentes, abrazando el medio tiempo acústico en 'Idols Pt.I', un pop etéreo que rememora a los noventas en 'Lovesick lullaby' o 'The greatest parade' (con perfume a Placebo en su sonido) así como yendo a la balada dramática tanto en 'Zombie' como 'Change' (vaya trabajo de intensidad en el cierre de esta). Todas estas funcionan y arman una Cara A que no baja jamás del notable, principalmente gracias a una cuidada producción, interpretaciones impecables por parte de un vocalista que encuentra el punto preciso para su voz (que se oye siempre al límite, casi quebrándose pero transmitiendo de gran forma) y estructuras que jamás se olvidan de la importancia de las melodías en puentes + coros.
Mucho más luminosa respecto a como venía el disco suena luego la pasada por 'Monday murder' (con unas guitarras ochenteras muy The cure) + 'Ghost', esta última anotándose también como otra de las piezas más interesantes del disco durante sus seis minutos con una recta final que escapa de lo obvio entre vientos. 'Fire' y 'War' retomarán el rock (aunque siempre en una versión marcadamente emo, sobre todo la segunda) para finalmente cerrar al piano en 'Idols Pt.II' + 'Supermoon', quizás el único momento en todo el trabajo que suena algo sobre cargado y exagerado en términos emocionales.
No empaña esto último de todas formas a un disco sólido en términos individuales y cohesionado como conjunto, un álbum que se esfuerza por no responder a estándares actuales, sonando incluso a otra época. Idols no solo es por paliza el mejor disco de Yungblud hasta ahora si no además uno de los mejores que habremos oído en este 2025. Y atención, que se supone tendrá una segunda parte...
¿Canciones? 'Hello heaven, hello', 'The greatest parade' y 'Ghost'